24 noviembre 2012

Reseña de Usagi Drop

Hay películas que leyendo simplemente su sinopsis, ya entran ganas de verla. Pues así fue mi caso con Usagi Drop.
Hacía ya un tiempo que la había visto en alguna página de Internet como está película había tenido bastante éxito en las taquillas japonesas, y no es para menos.
Usagi Drop se estrenó en el 2011 , y es la adaptación del manga por el mismo nombre, que tiene por autor a Yumi Unita. El director del film es Hiroyuki Tanaka conocido como Sabu, y como protagonistas principales nos encontramos con el joven Ken'ichi Matsuyama(Gantz, Tokyo Blues, Death Note: La película como L) y a la precoz pero buena actriz Mana Ashida, que a su corta edad lleva ya 9 películas a su espalda, siendo una de ellas el live-action de “La tumba de las luciérnagas”.

Este film empieza con la reunión de la familia Kawachi en el funeral del “abuelo” Soichi Kawa, que para sorpresa de todos, tiene una hija ilegítima de tan solo 6 años, y de la cual no se sabe nada de su madre, llamada Rin Kaga.

Así que se crea un conflicto y un tira y afloja de quién se quedará con la custodia de la pequeña niña, y viendo que entre familiares quieren evitarse la responsabilidad, Daikichi Matsuyama, el hijo que tiene un gran parecido con su difunto abuelo, indignado porla actitud de su familia decide quedarse él la custodia, para sorpresa de todos.


Aquí empieza la historia de como un chico que aún no ha llegado a la treintena, soltero y en el mejor momento de su vida profesional, debe hacerse cargo de una niñita de 6 años, algo especial además de reservada a causa del desprecio que ha recibido por sus familiares y por haber vivido tan solo con el “abuelo” Soichi, su padre.

El personaje de Daikichi, el joven tutor de la niña, sorprenderá a muchos espectadores por la gentileza en que acepta el sacrificio del día a día por la criatura y como solo le importa que su hija adoptada se encuentre bien y no se sienta abandonada. Nunca se ve ningún reproche ni ninguna queja, ya que asume toda la responsabilidad. Es más, para poder mejorar los horarios de Rin en la guardería, decide rebajarse un escalón en su puesto de trabajo, donde el film representa de nuevo que las apariencias engañan, ya que en este lugar de trabajo esta lleno de tipos duros con peinados rebeldes, que en el fondo son amorosos y jóvenes padres que le dan consejos a Daikichi de como criar a una niña como Rin. Estos son detalles que hacen que el espectador sienta especial cariño por el protagonista de la película.

Entonces el film se va desarrollando a buen ritmo, con momentos tiernos y divertidos, mientras se afianza la relación entre Daikichi y Rin, no sin dejar de sufrir por la cantidad de carreras que se da el pobre protagonista para llegar a tiempo a todos los sitios.

Además de tener momentos dulces, el film muestra una de las realidades en la cultura japonesa, y es que dejan ver que quien se encarga de los hijos en una casa debe de ser la mujer, y es algo díficil asumir que lo haga un hombre, y menos un chico joven.

Como si de una norma escrita fuese, la mujer puede tener su trabajo ,pero al ser madre debe de dejar su trabajo para dedicarse a su casa y a sus hijos, y la posibilidad de volver a tener el mismo trabajo son casi nulas. A mayor inri esto es el pensamiento general de muchos japoneses, incluido el de las mujeres japonesas, que ya tienen asumido que si son buenas trabajadoras tienen que ser mejores madres, poniendo muchas veces su salud en peligro. Este tema queda leído entre lineas con la madre del protagonista y con su compañera de trabajo, que tiene un hijo de dos años y es madre soltera. Este ultimo personaje, se hace cruces de que sea necesario tener una guardería en la empresa a causa de la cantidad de horas que debe trabajar para poder salir adelante, preguntando sarcásticamente de que en país están viviendo, así que se muestra que una familia monoparental y un trabajo, juntos, es una combinación muy difícil de llevar.
Pero no todo son abrazos y risas, porque el protagonista se enfrenta a un enamoramiento con la madre del mejor amigo de Rin y a un susto cuando Rin con su amigo Kouki Nitana desaparacen.

Para finalizar la reseña, valorar muy positivamente el trabajo del actor que hace de Daikichi, Ken'ichi Matsuyama, ya que sabe combinar perfectamente a un Daikichi que delante de la niña se comporta como un adulto, pero que en soledad dice palabrotas saliendo a relucir se parte más joven y fantasiosa de él. Pero la gran sorpresa es la naturalidad y la facilidad que tiene Mana Ashida en el momento de interpretar su papel de Rin, sabiendo mostrar la evolución de una niña que tiene un sentido de la independencia elevado comportándose como una pequeña adulta, pero que poco a poco se deja llevar por su verdadera edad gracias al cariño que le procesa Daikichi.

Generalmente, es una buena película para ver, entretenida y tierna, que sacará a más de una alguna que otra “lagrimilla”, pero sobretodo sonrisas.


Por: Laia

Fuente de los datos de la película: Filmaffinity

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