15 años después, decimos un agridulce adiós.
¡OJO! En este articulo hay spoilers, pues hablo del final de la serie.
El manga de Naruto ha sido emotivo a la par que divertido. Nos ha hecho reír, llorar, sufrir y soñar. Hace ya 15 años, desde que Masashi Kishimoto nos dio a conocer a Naruto un niño torpe, bromista, revoltoso, testarudo y sin frenos, pero soñador, alegre, amable y sincero por encima de todo. Durante todo este tiempo nos ha dado muchas aventuras, donde ha madurado, ha crecido, nos ha dado muchas lecciones, no ha parado de meterse en líos e incluso nos ha desesperado más de una vez, todo sin dejar de ser un luchador, soñador y un cabeza hueca sin límites.
Con él, conocemos muchos más personajes que le han ayudado a crecer, y los cuáles nos han emocionado y nos han hecho reír a partes iguales. Por ejemplo, Lee y su maestro, Gai-sensei, hechos el uno para el otro por su eterna juventud, que nos emocionan cuando estando su límite, aún son capaces de dar más en que se sacrifican por sus creencias, acompañados por Neiji, ese chaval inteligente, frio y sincero, uno de los primeros que nos muestran una buena batalla al principio del manga y de los primeros que Naruto consigue hacer cambiar y convertir en un gran amigo, la muerte del cuál derramó más de una lágrima.
O el inteligente y perezoso de Shikamaru,con Choji y Ino, que dan un último adiós a Asuma-sensei, usando la formación Ino-Shika-Cho, haciendo que nos apenemos otra vez, por esa gran pérdida.
Sin olvidar a la adorable y tímida Hinata, que en un acto de valentía se declara a Naruto y se sacrifica en medio de una batalla crucial contra Pain.
Todos ellos, y muchos otros, aprenderán y enseñarán a Naruto, y siempre, algunos un poco a regañadientes, lucharán a su lado y le darán todo su apoyo, confiando en él sus propias vidas.
También el gran Kakashi tendrá un papel importante, como primer profesor, guia y protector del equipo 7, antes y después de su separación, aún con una substitución temporal por el bueno de Yamato, se verá eternamente reflejado en Sasuke, y deseará tener la fortaleza de Naruto para recuperar, durante la Tercera Guerra Ninja, a Obito. También hay que recordar, aunque Kishimoto decida no hacerlo en el último capítulo, al divertido, genial, emocionante, pervertido y noble de Jiraiya-sensei o Ero-sennin, es el que más ha enseñado a Naruto y que después de su muerte, le dejó su legado y sus técnicas más secretas.
Pero de todos sus compañeros, el manga rodeará siempre a dos, a Sakura y a Sasuke. La gruñona y sentimental Sakura, siempre estará detrás de Naruto y tontamente enamorada de Sasuke. Pasa de ser una chica, digamos tontaina, de no tener ningún punto realmente fuerte, a ser una gran médico y a tener una fuerza bruta muy útil.
Después esta Sasuke, ese gran rival y amigo. La historia empieza con él y así acaba. Durante el transcurso del manga llegará a convertirse en un enemigo de la villa, aunque Naruto nunca lo verá así. Sasuke empieza siendo un niño solitario, rudo, oscuro y ofuscado en su tristeza, además del más talentoso, pero que detrás de sus tristezas se escondía un buen corazón, deseoso de mostrar-se, pero no será hasta el final que esto ocurra.
Y así es, después de hacernos sufrir mucho y con muchas incógnitas en la cabeza, empieza la Tercera Guerra Ninja. Con ella, el esperado e inevitable final. La guerra me parece genial, tiene todo lo que tiene que tener. Batallas brutales, técnicas increíbles, momentos para llorar y algunos para reír. Sobretodo, tiene lo esencial que te permite odiar al malo de la historia, ya sea por la técnica de resurrección que provoca reencuentros crueles o por su interminable arsenal de estrategias que hacen de la guerra algo inacabable, que incluso desespera. Por supuesto, muchos momentos y capítulos en los que solo resuelven misterios y explican la historia de todo, son necesarios pero que hacen de la trama algo inacabable. Es una guerra con todas sus letras, con grandes perdidas, con momentos de total tensión y suspense, aunque eso sí, que al final y al cabo se hace larga.
Con el final de la guerra, volvemos a la historia sin fin. A un bucle temporal, donde los primeros ninjas eran hermanos separados por sus diferencias y enfrentados, luego fueron el primer Hokage y Madara, ahora son Naruto y Sasuke, que uniendo sus fuerzas acaban con Madara y con la guerra. Finalizando así, el bucle de venganzas y el cuento de nunca acabar. O eso parece. Pero lo que sería un buen final, cambia radicalmente.
Kishimoto, en su línea, se saca un as de la manga, una batalla final, con la que finalizar Naruto por todo lo alto. La batalla es espectacular, confronta dos ideales, los de Naruto, de la paz y armonía entra las villas, y los de Sasuke, crear su propio mundo ideal. Es más, lo hace donde lucharon antes de separarse la ultima vez, y donde Hashirama y Madara tuvieron también, su última confrontación. En este momento se crean infinitas teorías, pero ninguna como lo que realmente sucede. El bombazo final de Kishimoto, un empate. Pero no un empate cualquiera. Un empate donde Sasuke admite haber perdido, es decir, concede la victoria a Naruto. Pero no es un empate para salvar la vida, es un empate totalmente igualitario. Pierden el brazo, Sasuke el derecho, Naruto el izquierdo. En el último ataque lo dan todo. Kishimoto con esto consigue una gran entrada para la resolución del manga.
Los dos últimos capítulos se leen demasiado rápido. Son buenos, aunque dejan con sensación de que después de tanto tiempo, le falta algo.
El penúltimo capítulo empieza de la mejor manera posible, una página de Sasuke y Naruto, encima de un sello de reconciliación formado por las ruinas de las estatuas de Hashirama y Madara, demostrando que todo esta hecho y que ya se ha acabado todo. Previsiblemente, Sakura los cura. A partir de aquí, lo siguiente no es más que cerrar la historia, cerrando a la vez el manga. Naruto y Sasuke revierten el Tsukoyomi Infinito, parece que todos acaban felices.
Entonces, Kishimoto nos da un último momento, para mi ya muy pesado y que me desespera, para otros romántico. Sasuke se va de la villa y aunque Sakura le pide marcharse con él, este la rechaza, pero esta vez, promete que volverá, creando por fin, un momento dulce en el que Sakura es aceptada de una vez.
Y entonces, el último capítulo. Nos muestra a todos los personajes de mayor, con sus parejas, hijos y trabajos. Sinceramente, es un capitulo de relleno, no lo niego, pero a mi estos capítulos que muestran a los personajes años después y con sus vidas hechas me parecen muy tiernos, me llegan y son realmente divertidos. Me gusta que no dejé cabos sueltos y que nos dé un último capítulo tierno. Adoro ver a Naruto con Hinata, con una niña tan adorable como ella y un niño tan travieso como él. Encuentro muy divertidas algunas parejas, como la de Sai y Ino, o la de Shikamaru y Temari. Algunas creo que son demasiado forzadas, como Choji con Karui. Me encanta ver a un Konohamaru mayor, encargado de controlar al nuevo gamberro de la villa, el hijo de Naruto.
En definitiva, es un capitulo divertido, que con un cariño especial te muestra a todos los personajes importantes de la serie en una ultima aparición, ya como adultos y en total paz.
Como curiosidad, destacar el guiño que se hacen Eiichiro Oda y Masashi Kishimoto, los dos como autores de la Shonen Jump. Oda en su portada del nuevo capítulo de One Piece, hace aparecer a Naruto y al símbolo de Konoha. Por su parte, Kishimoto dibuja el símbolo de One Piece en su última página.
Por: ¡La nueva colaboradora Siana!
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