Aquellos que rondéis las redes sociales, os habréis dado cuenta que llevamos unos días que es el día del Gato. En Japón, este día es el 22 de febrero. ¿Por qué? El motivo es muy sencillo:
Esta fecha en japonés se escribe 22/2 y, de acuerdo a una posible lectura de la fecha podría pronunciarse como "nya, nya, nya" - recordar que el número 2 se pronuncia "ni" en japonés-. Por otro lado, al maullido del gato si nosotros los solemos transcribir como "miau" allí lo hacen como "nya". De esta manera, tenemos que la fecha del 22F se alinea perfectamente para los japoneses para ser el día del gato.
Aprovechando estas fechas, he decidido hacer este made in japan inspirándome en nuestros queridos felinos. En esta ocasión, os hablaré de Tashirojima, más conocida por la isla de los gatos en Japón. En muchas culturas, religiones o sociedades tenemos presente la figura de estos lindos felinos que han acompañado a la humanidad durante muchos siglos, siendo en muchas ocasiones referentes como compañeros de la prosperidad y la buena fortuna e incluso algunas religiones les han rendido culto.
Tashirojima es una pequeña isla que forma parte de la ciudad de Ishinomaki en la prefectura de Miyagi (Japón). La población de esta isla ha ido descendiendo desde 1950 hasta la actualidad, donde en la actualidad únicamente viven unas decenas de personas, acompañados de una inmensa colonia de gatos. La isla está dividida en dos localidades portuarias: Oodamari y Nitoda, donde aproximadamente el 83% de la población está compuesta ancianos, manteniéndose gracias a su actividad pesquera. A día de hoy cuenta con unos servicios mínimos consistentes en un par de tiendas, algunas máquinas expendedoras, siete tabernas, una clínica médica y una oficina de correos. Como curiosidad, añadir que no existen ni bancos ni cajas de ahorros. Para llegar a la isla desde la línea del ferry Ajishima, ya que Tashirojima se encuentra a 15 km desde Ishinomaki que recibe viajeros de las líneas de buses Ayukawa, Sashigahama y Onagawa.
Principalmente, la isla es conocida por su gran colonia de gatos que habitan ella. La adoración hacía estos pequeños felinos surgió desde que los habitantes que cultivaban la cría de gusanos de seda. Cabe decir que, los gusanos de seda eran un rico alimento para los ratones, quienes se convirtieron en una plaga y un problema para los residentes. En todas las sociedades, las plagas de ratones han sido un gran problema debido a ser portadores de infecciones y enfermedades. Para poder controlar dicha plaga, los habitantes optaron por combatir a los roedores con su principal enemigo, los gatos. Por ello, los habitantes de la isla cuida y alimentan a los pequeños felinos a cambio de seguridad y buena suerte. Actualmente, Tashirojima se ha convertido en un punto turístico tanto para japoneses como extranjeros que desean ver la isla de los gatos.
Debido a que la población de Tashirojima está muy envejecida -más del 80% de la población tiene más de 65 años-, el gobierno de Japón quiere convertir la isla en un destino turístico dedicado al gatos, con el fin de incentivar tanto la economía de la isla como para fomentar a la población más joven su residencia en la isla. Actualmente, hay un santuario gatuno, llamado neko jinja, en el centro de la isla situado entre los dos pueblos portuarios.
Por: Jayce
Fuente: Gentokyo
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