Hace mucho tiempo que no
publico ninguna entrada, y la razón es porque hemos estado de viaje en Japón.
Una gran experiencia con la que hemos podido descubrir nuevos temas para escribir y estudiar.
Uno de los detalles que
más me han llamado la atención es el hecho que Japón nunca para, siempre esta
activa y en sus calles siempre esta sucediendo algo. Es muy curioso, pero sea
la hora que sea siempre te puedes encontrar con alguien comiendo, sea lo que
sea y sea el momento que sea. Uno de los porqués de esta conducta tan especial
es el reducido tamaño de sus casas, cosa que produce que muchas de las comidas
principales del día se tengan que hacer fuera del domicilio familiar, además de
contar con el factor distancia que es el culpable de que los japoneses tengan
que madrugar bastante para poder llegar a sus puestos de trabajo.
Todo esto produce una
gran vida en el sector restaurantes, habiendo una oferta muy amplia para poder
satisfacer a la demanda existente. Después de un estudio, englobaría los
distintos restaurantes en tres categorías diferentes en función de la
naturaleza y la intención del local:
RESTAURANTES DE NECESIDAD
Este tipo de restaurantes
son los más básicos y los que más abundan: su intención es alimentar. Para ello hacen uso de promociones muy
vistosas con una gama de productos bastante reducida. Esto da pie a que existan
“restaurantes especializados” en elaboraciones o productos y de esta manera
facilitan la elección del cliente que normalmente ya sabe lo que quiere o lo
que busca.
Por lo general, son
locales muy sencillos y prácticos: pocas mesas y muchas ocasiones de gran
tamaño para compartir con desconocidos. Los clientes no suelen invertir mucho
tiempo en comer, por lo que la rotación de clientes es alta.
Los precios también están relacionados al local: precios económicos, bien sea a partir de ofertas o
packs, que no suelen dar a la confusión
ni dan para pensar demasiado. Dentro de este género encontraríamos los
restaurantes de ramen, los kaitensushi o los yakitori. También podríamos encontrar los puestos de comida
callejera y las paradas de venta de o-bentos.
RESTAURANTES DE OCIO
Son aquellos
establecimientos donde el comer o la necesidad de alimentarse queda en un
segundo plano: la idea es ir a conocer gente, relacionarse o simplemente
mimetizarse con las tendencias sociales del momento. Muchos de ellos siguen una
línea o un estilo distinto que los hace diferentes, cosa que también hace que
se enfoquen hacia un determinado tipo de cliente.
Sus ofertas son muy específicas y por ello los precios suelen ser más elevados. Las decoraciones suelen estar mucho más adecuadas y mucho más estudiadas. La idea es vender momentos y vivencias. Dentro de este grupo podríamos encontrar los restaurantes relacionados con series de animación o películas, los locales de ocio o los maid cafe e incluso las cadenas de fast food internacionales.
RESTAURANTES DE PLACER
Este tipo de restaurantes
nacen del primer grupo: son restaurantes que en un principio su idea era
alimentar, pero que al marcarse unos estándares de calidad tan altos se han
convertido en centros de peregrinaje para los amantes del buen comer. Tanto los
locales como los entornos suelen estar en sintonía con la calidad de los
productos que se sirven.
Los precios también son
elevados: tanto para poder cubrir bien los gastos como para desnatarse de la
competencia y del conjunto general. Como bien se dice, además de alimentar se
venden momentos de placer para el paladar y lamente aunque puede que en algunas
ocasiones no se entiendan o se mal interprete. En este grupo están los
restaurante de categoría y los de estrella Michelin.
Aquí en España la cosa no
funciona exactamente de la misma manera: normalmente nosotros
englobamos la
primera categoría con la segunda puesto que para nosotros el concepto “ir de
restaurantes” se asocia a la idea de ir acompañados con otras personas. Además
en la mesa se habla, se bromea y se establecen relaciones entre personas, sea
cual sea el local o el establecimiento.
Por: Mario
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