No hay mejor película que ver en Navidad, con amigos o familia y que sea made in Japan (No voy a nombrar la esperada Big Hero6) como la novedosa Stand by me Doraemon.
Antes de ir con la reseña, cabe recordar que este film está creada en 3D, - tecnología CGI- con mucho mimo para el 20 aniversario del nacimiento de Doraemon y sobretodo para honorar a uno de los creadores de Doraemon, Fujiko Fujio.
Para haceros un breve resumen sobre la historia, decir que la historia marca un inicio y un fin a la historia de Doraemon, es decir, empieza el film cuando el desastre de Nobita conoce a Doraemon, el cual mandado por una orden del tataranieto de Nobita, debe permanecer a su lado hasta que este sea feliz y así, garantice un buen futuro a sus predecesores.
De esta forma, la historia empieza con el clásico despliegue de los inventos de Doraemon, dando una vuelta por el mundo de la Doraemon, donde veremos un breve repaso a todos sus personajes personajes así como también a nuestra infancia, intentando adivinar cual es el siguiente objeto que va a salir. ¡Y lo sorprendente, es que aún hay de nuevos objetos por mostrar!
De esta forma, la historia va madurando dentro del estilo Fujio, complicándose y retorciéndose de forma sencilla pero sin dejar de mostrar siempre una moraleja muy clara, que como era de esperar, los cachivaches de Doraemon no son suficiente para mejorar la torpeza de Nobita y que, juntos, se embarcan en una bonita historia sobre la amistad, la bondad y el esfuerzo personal, donde uno mismo debe de mejorarse para ser mejor persona; sin olvidar que lo importante de alguien es su bondad y buen hacer, más que sus cualidades físicas o que se ven a primera vista. Porque por mucho que seas bueno en todo, si no eres buena persona, Shizuka no se casará contigo.
Quiero añadir, el bonito adelanto de cómo serán nuestros queridos personajes de adultos, donde se vé a un Tsuneo con pelo afro, un Giant con pinta de ser un cantante amateur de fiestas y un Dekisugi que parece ser como siempre un buen chico.
De esta forma, en el argumento se muestra una moraleja que es buena para los más pequeños y para que los mayores reflexionemos un poco. Así que, por esto la película es recomendable para todos los públicos ya que, todos podemos aprender algo de Doraemon.
A parte de tener una bonita historia, tierna y que conseguirá sacarnos más de una sonrisa -y alguna lágrima también- tiene una calidad de imagen espectacular. Todo tiene una apariencia única con vida propia. El pelo de Nobita no es estático, se mueve cada uno por su lado, se despeina, se moja y vibra con el aire. El pijama de Nobita también es una historia a parte, sobretodo cuando vuela por primera vez con el casco volador, donde en vez de una imagen animada ves un pijama de verdad. Aprovechando que nombre el primer viaje de Nobita con su casco volador, decir en su viaje alternando imágenes en tercera y primera persona por todo la perfección que puede dar el cine 3D sin necesidad de llevar gafas 3D, nos dejarán con la boca de par en par.
Además, solamente la habitación de Nobita se merece una entrada el sola, ya que está estudiada y echa con cariño hasta el más mínimo detalle. Se nota que los animadores han puesto todo su cariño en un espacio tan auténtico y donde se desarrolla o crece la amistad entre Doraemon y Nobita. La estantería repleta de libros, mangas, huchas, darumas y todo aquello que un niño de 10 años tendría en su habitación. El escritorio con sus libros de pie, su lampara, su lapicero que tiembla cuando utilizan la maquina del tiempo situada en el cajón de esta.
En diferentes paisajes se puede ver una gran cantidad de guiños al dibujo de Fujio, con diferentes títulos del autor o su dibujo personal en el disco de vinilo de Giant. Porque tampoco se han olvidado de esa forma particular de los personajes del mundo Doraemon, donde cuando se sorprendía se le dibujaba un circulo alrededor de la pupila o, los ojos dibujados como simples puntos negros del padre de Nobita.
Y, sin olvidar el brillo de Doraemon después de pasar por un tren de lavado, donde se refleja una ciudad entera en su piel de gato robot recién lavada y pulida.
En resumen, podría estar hablando sin parar de la cantidad de detalles y perfección que han conseguido en la animación del film, dejándote entusiasmado por su calidad y a la vez contento por la fidelidad de la película con el anime original. Sin duda una película en la que se plasma el cariño y la ternura que dejará a todos los espectadores con muy buen sabor de boca, ya seas o no un fan nostálgico de Doraemon, así como un gran film para las nuevas generaciones que deseen aprender algo de uno de los mejores animes de Japón, porque si aún dura y es recordado por todos, es porque Doraemon aún tiene muchas cosas que enseñarnos.
Por encima de todo, queremos que Doraemon se quede con nosotros siempre. (Stand by me Doraemon).
Por: Laia
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