Por esto, vamos a ir dando pequeñas dosis de este gran mundo, procedente de un continente igual de grande.
Espero que lo degustéis de
buena gana.
LOS PALILLOS
Los palillos son una parte muy importante dentro de la
cultura asiática. Tanto su popularidad como su uso en toda Asia tienen una
larga y rica historia. Existen de formas y materiales distintos: desde palillos
cortos de oro grabados hasta largos utensilios de bambú (los llamados
wari-bashi).
Se cree que los palillos se desarrollaron hace
aproximadamente 5000 años en china. La idea proviene de la necesidad de extraer
del fuego los alimentos cocinados, ya bien fuera con ramas o palos, donde más tarde
se perfeccionarían, utilizando otros materiales como el bambú o el hueso.
Con la llegada del confucionismo, el uso de los palillos se
consolidó. El propio Confucio decía: “el hombre honorable y recto se mantiene
lejos tanto de la cocina como del matadero”. Además, nunca apoyó la presencia
del cuchillo en la mesa; y fue durante el año 500 a.C que el uso de los palillos
se extendió su uso hacia toda Asia.
Actualmente, se dice que mediante el uso de los palillos, mejora la
memoria, aumenta la destreza de los dedos y puede ser útil en el aprendizaje y
la mejora de habilidades tales como la escritura de carácteres chinos y la
pintura con pincel.
Muchas supersticiones asiáticas giran en torno a los
palillos también, por ejemplo: si usted encuentra una pareja desigual en
su asiento de la mesa, perderá el siguiente tren, barco o avión que vaya a
coger. Además, el echo de dejarlos caer también es un signo de mal agüero. Y para hacer referencia a gestos que salen en muchas series de animación japonesas, el echo de separar dos palillos y que queden desiguales, también és un símbolo de mal agüero.
Y para finalizar esta breve introduccion, también existe una leyenda que gira entorno a los palillos. Os la dejo a continuación además de una imagen de como coger unos palillos, espero que lo disfrutéis.
" "La leyenda de ”Dayu Zhishui yu Kuaizi”.
Esta leyenda tiene lugar en la época de los
reyes Yao y Shun, en la cual, por mandato del emperador Shun, el soldado Da Yu
tenía como misión el encauzamiento de las aguas del río, causantes de terribles
inundaciones en la región.
Al aceptar la orden del emperador, Da Yu juró
que iba solucionar este problema para el pueblo. Así, aunque durante su
misión pasó tres veces por la puerta de su casa, siguió de largo a pesar de la
añoranza que sentía por su familia. Luchaba día y noche contra el diluvio, sin
permitirse desperdiciar ni siquiera un solo minuto para descansar, comer o
dormir.
Una vez, navegando DaYu llegó hambriento hasta
una isla pequeña. Allí sacó una olla y se puso a cocinar carne. Al hervir, se
dio cuenta de que no podía sacar la comida con la mano, ya que el agua estaba
demasiado caliente. No obstante, como no quería desperdiciar tiempo esperando a
que se enfriara, cortó dos ramitas y con ellas sacó la carne de la olla y
empezó a comer.
Desde entonces, cada vez que cocinaba usaba
finas tiras de bambú y ramitas para sacar la comida del agua hirviendo,
aprovechando de este modo el tiempo para seguir trabajando y solucionar el
problema de la inundación lo antes posible.
Con el paso del tiempo Da Yu fue adquiriendo
destreza en el uso de estas nuevas herramientas y cogía con comodidad la
comida. Sus subordinados lo veían comer con la ventaja de no quemarse ni
mancharse las manos, y pronto todos empezaron a imitarlo, generalizándose de
esta manera el uso de los palillos chinos."
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